viernes, 6 de mayo de 2011

Mi Muñequita de Porcelana

 
Tengo una muñequita de porcelana que se rompe con facilidad, es hermosa. Por esa muñequita seré niña el resto mi vida, porque siempre la tendré e intentaré repararla año tras año. Tengo esta muñequita desde hace casi ocho meses, y cada día que pasa la veo más bella, con su tez tan pálida y reluciente, tan brillante como los rayos de sol, tan suave como el algodón, tan calida como el amor que siento por ella, y unos ojos de cristal verde esmeralda a veces, verde cristalino, como las playas del paraíso, otras. Cuando mis ojos toparon esta muñequita, algo extraño vieron en ella y al principio parecía una más, luego sus ojos tan extraños, ese color que en aquel momento me inquietaba, y que hoy en día me vuelve loca. Sí, eran únicos, es única, empezando por sus ojos y acabando por su alma, envidia me tendréis que tener, muñequita tan linda y tan bella en vuestras vidas jamás la veréis, con un pelo largo semipelirrojo, suave e hipnotizante que te lleva a un viaje sin retorno en el cual acariciarlo es la mayor recompensa que puedas desear, está hecha por el mejor porcelanista del mundo, el único capaz de pintar sentimientos, ese porcelanista es el amor que llevo dentro y que ella me a dado.

Resulta curioso, porque esa muñequita y que tanto amo, crece y envejece día tras día, pero, rejuvenece mi corazón noche tras noche. Mi muñequita un día se convirtió en niña y después en mujer, esta niña me regaló el mayor privilegio que he podido tener en mi vida, ese momento en el que dejo de ser niña y se convirtió en mujer, ese momento tan mágico, tan único, tan esplendido, el momento en el que yo sentí que mi vida se completaba, ella me completó, fue ese instante en el que sentí que mi felicidad era plena y ni un ápice más entraba en mi cuerpo, en mi mente, en mi corazón, en mi alma. Solo ella, en mis veinte años de vida, ha cubierto mi vida entera de verdadera felicidad.

Lo triste de esta historia es que mi muñequita esta tan lejos de mi, que con su fotografía inspiro mis palabras e inundo mis ojos de lagrimas. Miro fijamente su retrato y pregunta mi alma con la esperanza de ella lo escuche –“¿Qué hice, hago y haré sin ti?”-, sí, es cierto, solo es su fotografía pero, espero que esa pregunta la sienta y se quede sin respuesta, pues no quiero comprobar que se siente o como se vive sin ella.

Anhelo todo su ser, su olor que mis sentidos vuelve locos, el tacto de su piel que ni el terciopelo más trabajado y más caro supera lo que, su piel, transmite a mi tacto. Desespero sin sus abrazos, sin sus besos, sin sus te quiero. Cuando observo su fotografía durante largas horas en mi pecho siento el calor de su amor, no es ese sentimiento de primer amor desesperado, es calor de amor verdadero, calor de corazón herido cicatrizado, pues tiene ese poder en mi, el poder de cicatrizar mi corazón después de tantas fracturas sufridas en él durante tantos años. Calor de tristeza por tenerla lejos y alegría por saber que minuto a minuto se acerca el día en el que esta muñequita convertida en mujer estará a mi lado en los despertares, a mi lado en el anochecer, en la perpetuidad de nuestras vidas y espero que de nuestras almas.

Sólo somos energía, pero necesito la suya, para que la mía brille tanto como la luna llena en noches despejadas con ese tono verde centelleante que me indica que ella, también esta observando esa luna. Lo sé, son o parecen solo palabras de enamorada, pero lo que no sabéis es que no es amor, sino sentimiento, sino… el elíseo que apenas un minúsculo circulo de seres ha pisado en este vetusto mundo. Menospreciar mi vida y mis palabras, porque solo la envidia conseguiréis de ella, pues ella ahora es mía y si ella me lo permite imperecederamente.

Ella saca lo mejor de mi ser por lo tanto no será tan fácil que renuncie a ella, solo si desde su corazón me pide alejarme de su vida, por su felicidad lo haré aunque ello signifique mi muerte, a la espera de que su energía vuelva junto a la mía, pese a que eso implique setenta años, o siete vidas, de espera. Porque les aseguro, que si algo descubrí el día que la conocí, es que por ella, merece la pena cualquier eterna espera. Por ella merece la pena cualquier cosa que les pase por la cabeza, ya que ella en este dichoso universo y en todos sus cosmos hermanos. Mi pequeña muñequita es y será siempre única, mágica, especial, simplemente será.
Lonely Blue.
s&aily                         

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